¡DJ´s DE CIRCO!

Por Ester Galiana


"¿Por qué? ¿Por qué existen? Todas las semanas me llega, de forma directa o indirecta, el cartel de alguna fiesta cuyos cabezas de cartel son payasos. Y, no sé, quizás fui una niña de esas que un día fue al circo, los payasos le dieron miedo y se quedó con un trauma para toda la vida. Sea como sea, no me gustan los circos.


Posiblemente, ya haya unos cuantos espabilados que sepan por donde voy. Para los que no, con la denominación de ‘djs de circo’ me quiero referir a aquellos “djs” que promocionan el espectáculo por encima de la música en sus sesiones.

No sé quienes fueron los primeros, ni lo quiero saber; pero este fenómeno es, sin lugar a dudas, uno de los que más daño están causando al mundo de la música.

Los orígenes de esta fatalidad son probablemente djs que se liaron; que opinaron que poniendo solo música les sobraba tiempo y que podían salir un rato de la cabina a animar al personal. Al principio fueron solo unos gritos, saltitos acompañados de algunos aspavientos de brazos y unos bailoteos inofensivos.

Pero la cosa fue evolucionando a llevarse fuera de la cabina algunos objetos no tan inocentes. Unos cuantos globos, acompañados de botellas de champagne, fueron suficientes para que se desatara la hecatombe. Barcas hinchables, tartas y demás accesorios están entre lo más reclamado por el público circense.

Estos fenómenos, al principio tenían lugar en grandes eventos, con djs famosos y con gran afluencia de público ya de por sí; por lo que todo el espectáculo realmente era un plus a la música. Qué vamos, no lo apoyo, pero es que la cosa todavía se iba a poner peor. Por lo menos, estos djs tenían sus propias producciones (o no, pero eso ya es otro conflicto), y habían tratado medianamente bien a la música de su estilo mientras que toda esta parafernalia se iba poniendo famosa. Por poner un ejemplo, no es lo mismo un Stage Diving espontáneo como aquel de Sven Vath en el primer Klubbers Day en 2006, y si me apuran, el melocotonazo de Richie Hawtin del pasado verano en Amnesia; que toda una legión de pseudodjs que saben muy bien montar espectáculo, pero que la música les llega de rebote. Ése es el problema real.

No creo que sea necesario describir estas fiestas, donde por la cantidad de disfraces, juguetes y colores, no sabemos si estamos en un cumpleaños infantil o en una discoteca para mayores de edad.

Aparte de la apariencia de la fiesta, podemos utilizar otras pistas por si alguien todavía no puede diferenciarlos de los djs reales. Normalmente, ellos mismos se definen como “somos 1/2 djs y x animadores”. ¿Desde cuando unos djs son 10? Mientras que esos 1 o 2 djs se dedican a poner hits de hace unos años, los otros tropecientos de su equipo se dedican a, en resumen, hacer el cabra por delante de la mesa. Manos tampoco faltarán para manipular el Knob de graves o el manido filtro del Colour Effect.

Mientras, el público asistente, poseído por estos demonios, se convulsiona de forma violenta, afirmando que el electrolatino ha pasado de moda y que ahora les gusta la elektronicah*.

Y lo peor de todo es que los djs de circo son contratados en las mismas salas que los djs “normales”, creando confusión tanto para los djs de circo (que se creen djs normales) como para el público circense (que se cree que les gusta el mismo dj que a mí porque un día compartió sala con sus payasos).

También como resultado genera un ambiente de frustración e impotencia para los djs que por crear una atmósfera bailonga basada exclusivamente en su selección y técnica en cabina dejando de lado el espectáculo zafio, no son contratados. Vivimos en una sociedad en la que todo entra por los ojos y es lamentable que solo cuatro freaks nos demos cuenta de que nos quieren dar gato por liebre.

¿La culpa de todo esto? Demasiada gente tiene la culpa, y por eso es difícil acabar con esto. Por una parte, el público. Pero no podemos culpar a gente que nunca ha tenido cultura musical, ¿no? Por otra parte, las salas, que viendo la gran cantidad de público que atraen, no se lo piensan dos veces (quizás se arrepientan cuando pase esta moda y hayan perdido a su público de siempre). Y claro, faltaría más que la culpa no fuese de ellos, pero eso ya es de no tener vergüenza ni respeto por la música; aunque ellos lo explican de otro modo.

Para terminar, quiero que quede claro que no me parece mal que la gente elija este tipo de ocio, pero que no se asocie con música (generalmente electrónica) ni se haga en salas donde pinchan djs que aman y respetan la música gracias a su constante labor de búsqueda. Que luego hay confusiones."

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Ester Galiana en Twitter: @EsterGaliana

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Viva la gente joven con criterio, vosotros sois la esperanza de no formar a una generación de bobos.
Anónimo ha dicho que…
vaya chorrada de articulo
Anónimo ha dicho que…
Luego ay gente que tambien se curra las mixes y la musica aunque lleven gorros de animales y no pasa na...

RT.
Nacho Oncina ha dicho que…
Articulazo. Totalmente de acuerdo con el.
Misglobos ha dicho que…

Decorar un circo con globos es de vital importancia, ya que estos elementos coloridos y divertidos generan una atmósfera festiva y lúdica. Los globos añaden un toque mágico y alegre, creando un ambiente perfecto para disfrutar de un espectáculo inolvidable.